En los últimos años, las personas han comenzado con mayor frecuencia a preocuparse por la protección de sus patrimonios, esto derivado —entre otras causas— por la inseguridad del país o la volatilidad de los mercados; quizá por tener un familiar con alguna discapacidad y querer dejarlo protegido o, tal vez, por motivo de algún divorcio o malas relaciones familiares; también para evitar extorsiones y abusos con todo tipo de reclamaciones o demandas de terceros que de manera injusta o deshonesta pretendan afectar su patrimonio personal y el de su familia.
Para una adecuada protección de los activos que conforman el patrimonio, lo más recomendable son los fideicomisos, ya que éstos dan transparencia, seguridad y confidencialidad.
La principal ventaja de los fideicomisos es que los bienes aportados quedan a nombre de la Institución que actúa como Fiduciario y dichos bienes ya no forman parte del patrimonio del cliente, evitando el fácil acceso a la información. En este caso, los estados de cuenta de los contratos de inversión y de cuentas de cheques se expiden a nombre del fideicomiso; los títulos de acciones de alguna sociedad, quedan endosadas a nombre del Fiduciario y por lo tanto, se hace la anotación en los libros correspondientes; y lo mismo sucede con los inmuebles, en el Registro Público de la Propiedad quedan inscritos a nombre del fideicomiso.
Los fideicomisos se pueden constituir en México o en el extranjero, dependiendo de las necesidades del cliente, y se pueden aportar inmuebles, dinero, acciones, derechos, y, dependiendo de la Institución de que se trate, también bienes muebles. En ALTIPAT analizamos y estudiamos a cada cliente de forma muy específica, para poder determinar el tipo de servicio que requiere. En caso de que necesite algún fideicomiso, nosotros le ayudamos a elegir a la Institución Fiduciaria que más le convenga y conseguimos mejores costos para el cliente.